13/5/10





Las Percepciones son un hecho, Posibilitan movimientos que malogran la quietud y la estancia racional, la estática y su renuencia acude ante el hecho de que circundamos en una eufórica cinética. Mientras caminamos dentro del casco urbano, nuestras percepciones se trauman para acudir a infinitas aptitudes sensoriales que son demostradas por la realidad, colores que vamos descartando u eligiendo al azar por nuestro foco óptico para seguir recurriendo solo a nuestro pasado, o quizás a una visión inherente que solo nuestras neuronas posibilitan de manera frustrante para contrarrestar la realidad. Nos sumergimos en ese consentido calor que nos brindan los muros que conforman las edificaciones de una insoluble ciudad, quedando resguardadas y acondicionadas para ser funcionales de algún modo, aun en la postmodernidad, manifiestan alguna tentación para cuestionar su posible uso, y dejar de ser privando nuestra astral techumbre que conforma el aire, la canopia de estrellas, rayos solares, niebla y expendio de H2O por medio de aspersores cósmicos.

No hay comentarios: